¿Cómo ha evolucionado el Grupo Comfica en los más de 20 años de andadura?
En el año 2016, en Comfica hemos cumplido 25 años y vemos consolidada su mayoría de edad en un entorno bastante diferente a como empezamos.
En este periodo de tiempo hemos pasado de ser una empresa mono-cliente y mono-producto a saber desarrollar una extensa gama de servicios para una diversidad amplia de clientes.
Nuestro último reto ha sido y es exportar este modelo de negocio a nuevas áreas geográficas en las que no estábamos presentes. La internacionalización. Un reto apasionante pero no exento de sus pequeñas dificultades.
Toda compañía tiene su historia. ¿Cuáles fueron sus inicios?
Nada mágico ni muy diferente a otros tantos casos. Tras licenciarme como ingeniero, comencé mi andadura en Telefónica, en la que aprendí muchísimo. Aunque lo que no imaginaba es que lo bueno estaba por llegar.
Cosas de la vida, el azar, estar en el sitio correcto en el momento adecuado... Se presentó la oportunidad y, tras estudiarlo, me lancé a la aventura. Era una época diferente a la actual pero en cualquier caso el riesgo y el miedo ante una decisión de este tipo siempre asoma.
Y así, de la noche a la mañana, me convierto en emprendedor, y Telefónica en mi primer cliente. El resto, mucho trabajo, un muy buen equipo que me ha acompañado estos 25 años y, seguramente, algo de fortuna.
¿Cuáles son sus líneas de negocio y en qué sectores operan actualmente?
Nuestros sectores de actividad están, principalmente, en el ámbito de Telecomunicaciones, Obra Civil, Energía, Infraestructuras y, recientemente, hemos entrado también en Automatización y Robótica.
En estos sectores ofrecemos diferentes servicios como son ingeniería, despliegue, construcción y mantenimiento de redes de telecomunicaciones, instalación de centros de transformación, instalación y mantenimiento de alumbrado público, mantenimientos de infraestructuras varias, etc. Son muchos y muy específicos.
¿Y, en concreto, en la Automatización y Robótica?
Fue una oportunidad que se cruzó en nuestro camino y que hemos sabido darle forma internamente y hacerlo rentable.
A pesar de no ser un sector colindante a nuestros sectores actuales, sí creímos que era un proyecto atractivo, por dos razones: las soluciones tecnológicas aportadas y el equipo humano que lideraba el proyecto.
Los proyectos son muy especializados y, entre ellos, hacemos proyectos completos de ingeniería, diseño de herramientas, suministro, puesta en servicio y mantenimiento de los mismos.
A nivel interno, ¿qué evolución ha tenido Comfica?
Lógicamente, la evolución en 25 años ha sido muy importante. Hemos pasado de ser “tres”, en el estricto sentido de la palabra, a más de 2.500 trabajadores en cinco países.
Pero no sólo es algo cuantitativo. Cualitativamente también hemos dado un salto importante en ámbitos como la formación, organización interna, elementos de control, uso de tecnologías de la información, etc.
Somos una empresa con una fuerte vocación de servicio y nuestros trabajadores son el pilar clave de éxito. Es una realidad hoy y todo apunta a que también en un futuro; razón por la que en Comfica hemos adquirido un fuerte compromiso con nuestros equipos actuales, así como un plan de contratación específico acorde a nuestros planes de crecimiento.
¿Cuáles son los planes más inmediatos y de futuro para la compañía?
Tenemos varios frentes abiertos en diferentes ámbitos.
Por un lado, estamos estudiando entrar en dos nuevos países. Se trata de proyectos en los que tenemos experiencia y cuyo mayor reto radica en la implantación en este nuevo territorio. Es más fácil decirlo que hacerlo, porque la implantación y el despliegue del personal siempre es complicado.
Por otro lado, hemos querido ampliar nuestras líneas de negocio más tradicionales con otras que -por razones de mercado o a demanda de clientes- creemos que serán estratégicas en el futuro.
En este sentido, Comfica ha adquirido una unidad productiva que le permitirá ofrecer servicios de Integración de Comunicaciones.
Además de esto, la compañía está certificada como empresa de seguridad, desarrollando en la actualidad proyectos de seguridad física; y también servicios de seguridad más específicos ligados a ciberseguridad, ciberinteligencia, protección ante intrusiones, fugas de información, seguridad de infraestructuras, etc.
¿Cuál es su experiencia internacional y, más concretamente, en América Latina?
Nuestro aumento de actividad en América Latina tiene dos explicaciones. Por un lado, se trata de una evolución natural hacia mercados en expansión y con los que compartimos ciertas similitudes.
Por otra parte, nuestra relación y confianza como proveedor de Telefónica desde hace más de 20 años fue también uno de los detonantes que nos animó a dar el salto.
Son ya cinco años los que llevamos en Latinoamérica. Primero en Brasil, para más tarde dar el salto a México, Perú y Colombia. Una aventura que acaba de empezar, pero en la que contamos con más de una decena de clientes y más de 1.500 personas trabajando. Para nosotros, la internacionalización ha sido, es y será un reto apasionante y necesario.
En su opinión, ¿cuáles son las claves de futuro?
Pienso que las claves de futuro para nosotros son las personas, la capacidad de gestión y la correcta implementación de la tecnología:
- Como empresa de servicios, nuestros profesionales, las personas, son nuestro primer pilar. Su capacitación, formación continua y motivación son claves.
- La capacidad de gestión de grandes equipos, en amplias extensiones geográficas, con recursos costosos y dedicados se hace fundamental si quieres tener un buen servicio y ser competitivo.
- Por último, la tecnología como medio, no como fin. La tecnología nos permite mejorar nuestra comunicación interna y también nos ayuda a proteger nuestras infraestructuras. Nos sirve para formar a nuestros trabajadores y también para el control de las operaciones. La tecnología es una herramienta de control pero también de generación de oportunidades y su avance es imparable. Vivir de espaldas a sus avances es negar el futuro.
Para finalizar, a principios de 2016 entraron a formar parte de ADEMI. ¿Qué les reporta ser miembro de la Asociación?
Formar parte de ADEMI nos ayuda en tres aspectos muy concretos.
Por un lado, nos aporta un relacional más amplio de nuestros sectores de actividad, permitiéndonos relacionarnos en un marco que, de no existir, nos resultaría difícil de hacer. Además, nos abre puertas en materia formativa, posibilitando una mejora sustancial en la formación de nuestros equipos. Y, por último nos ayuda -no sólo a Comfica sino a todos los miembros- a unificar criterios del sector telco, algo que de otra forma sería complicado.
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