Presidente de TECNIBERIA

 

“Lo que pedimos desde TECNIBERIA a la Administración es que evite la competencia de las empresas públicas con el sector privado”

 

LA PATRONAL DE INGENIERÍAS ABOGA POR CUMPLIR LA LEY DE CONTRATOS PÚBLICOS Y DAR MAYOR PESO A LOS CRITERIOS TÉCNICOS A LA HORA DE LAS ADJUDICACIONES.

D. Luis Villarroya --

¿Qué balance hace de estos seis meses como presidente de la Asociación?


A pesar de llevar muchos años vinculado a TECNIBERIA y de haber ocupado la vicepresidencia en dos ocasiones anteriores, confieso que la presidencia me ha permitido valorar en justa medida la importancia y el valor que tiene la Asociación.

Han sido seis meses intensos llenos de esfuerzos y satisfacciones, durante los cuales hemos conseguido equilibrar y estabilizar la patronal, garantizando su viabilidad y continuidad y en los que nos ha tocado vivir la transposición de la nueva Ley de Contratos del Sector Público, lo que nos ha obligado a volcarnos para su correcta aplicación. Afortunadamente, puedo contar con la inestimable ayuda de una Junta Directiva espléndida y de un gran equipo de profesionales en TECNIBERIA.


En los últimos cinco años se ha reducido un tercio la facturación nacional. ¿Cuáles son los principales problemas que afectan al sector?

Continuamos arrastrando las consecuencias de la crisis de 2008, con unos presupuestos públicos para Ingeniería famélicos que sólo permiten actuaciones reactivas y en los que a duras penas tiene cabida la planificación. Actualmente, la inversión y el gasto corriente es lo mismo.

Un ejemplo de ello es que el presupuesto de la Dirección General de Costas de hace 10 años era de 380 millones de euros mientras que en 2019 es de 60 millones para 6.000 km de costas.

El año 2018 ha sido uno de los más bajos en contratación pública de ingeniería. El Ministerio de Fomento ha reducido su contratación de ingeniería un 37% con respecto al año anterior.

A esto hemos de añadir el parón por la entrada en vigor de la nueva Ley de Contratos del Sector Público (Ley 9/2017), ya que un gran número de organismos no tenían listos los nuevos pliegos, así como la falta de Presupuestos Generales del Estado para 2019.

También destacamos que la Ley de Sectores Excluidos, que debería haberse transpuesto en 2016, aún sigue parada en el Congreso por falta de acuerdo, lo que repercute directamente en el sector.

Con respecto a la inversión privada, la inestabilidad provocada por tener tres Gobiernos en apenas dos años y medio está causando un gran perjuicio en todos los sectores y muy especialmente a la consultoría de ingeniería.


¿Y cómo y cuánto afecta la competencia desleal?

Lo que pedimos desde TECNIBERIA a la Administración es que evite la competencia de las empresas públicas con el sector privado, respetando los principios de igualdad, libre concurrencia y mérito, haciendo uso de los medios propios para los fines que se establecen en la LCSP y que limite la competencia de las empresas públicas en el exterior. En su condición de Medios Propios del Estado, están obligados a que su facturación con el Ministerio alcance el 80% de sus ingresos totales.

En 2017, la ingeniería pública Ineco facturó 220 millones de euros, mientras que la totalidad del sector privado se adjudicó contratos por 545 millones.


A pesar de la Ley de Contratos del Sector Público, sigue habiendo casos de incumplimiento. ¿Cómo trabajan desde la Asociación para que en la adjudicación de los contratos pese más la calidad de la oferta que el precio?

La Ley de Contratos de Sector Público implica un avance sustancial sobre la legislación existente, al reconocer la naturaleza de carácter intelectual a los servicios de arquitectura, ingeniería, consultoría y urbanismo. Además, supone la prevalencia de la calidad de la oferta sobre el precio.

En los contratos de servicios de carácter intelectual, el precio no podrá ser el único factor determinante de la adjudicación. Los criterios relacionados con la calidad deberán representar, al menos, el 51 por ciento de la puntuación asignable. Y la subasta electrónica no podrá aplicarse en los trabajos de ingeniería y consultoría.

Desde la Asociación reclamamos a las Administraciones (central, autonómica y local) todos aquellos pliegos que incumplen la LCSP que, en un porcentaje muy alto, son corregidos o incluso anulados y vueltos a licitar. Por otra parte, mantenemos reuniones con los gestores públicos, cuando lo consideramos oportuno.


¿Cuál es el verdadero escollo para que, con más frecuencia de la deseada, las empresas privadas puedan formalizar contratos en España y les ha empujado a las licitaciones en el extranjero?

La falta de contratación pública ha tenido de nuevo consecuencias en el empleo y en el tejido empresarial. En 2018 se han registrado más cierres de empresas y más destrucción de empleo. Al descenso de los contratos públicos, las ingenierías han tenido que sumar un problema adicional de tesorería ante las mayores exigencias por parte de los bancos para conceder créditos y avales.

La contratación exterior, que supone de promedio entre el 75-80%, ha sido el salvavidas para el sector. No obstante, el salto fuera de España resulta imposible si no se disponen de referencias en el mercado nacional y recordemos que en los últimos cinco años no ha habido obras  significativas.

Pero además, estamos presionando para que se apliquen las mismas fórmulas que usan en la Unión Europea y Organismos internacionales que ya se han dado cuenta de que la optimización de un proyecto no pasa por la reducción de costes de la ingeniería. Estos proyectos se pagan de forma razonable ya que han comprobado que “pensar” en la fase de diseño ahorra en el ciclo de vida completo de la infraestructura. Por lo que, en estas instituciones, la influencia del precio en la  adjudicación es del orden del 20% o menor.


Europa, y el mundo entero, demandan la profesionalidad de nuestras ingenierías. ¿Cuáles son las tendencias internacionales en el sector de las infraestructuras?

Sin lugar a dudas el sector está viviendo una revolución al calor de la transformación digital, energética, de los nuevos conceptos y de las exigencias de sostenibilidad, donde nuestras ingenierías tienen mucho que hacer y qué decir.

Desde TECNIBERIA estamos siguiendo muy de cerca las principales tendencias globales del sector de las infraestructuras y su análisis, con el fin de ponerlas en perspectiva y ayudar a las empresas a considerarlas en la estructuración de sus negocios.

Con motivo de la publicación del informe “Emerging Trends in Infrastructure 2019” de KPMG Internacional, hemos tenido la oportunidad de analizar recientemente en el marco de un workshop las principales tendencias y las oportunidades que se vislumbran para la ingeniería.

Por citar algunas de ellas, encontramos el papel de las Administraciones públicas en el fomento de la innovación y la celeridad con la que deben trabajar para adaptar el marco regulatorio a las nuevas transformaciones disruptivas, estableciendo los mecanismos de supervisión y control adecuados. Ante ello, la ingeniería aporta un enfoque estratégico necesario para que las Administraciones se anticipen a los cambios.

La analítica y eficiencia en la gestión de los datos se configura como otra de las tendencias, ya que la mejora de la experiencia del usuario de una infraestructura se postula como una oportunidad que la ingeniería debe aprovechar.

La complejidad de los denominados megaproyectos conlleva una mayor implicación de los gestores de proyecto, con un enfoque global y con habilidades soft que permitan tomar decisiones basadas en el análisis de datos, gestión de equipos y riesgos, plazos, variables ambientales y equipos internacionales con una flexibilidad y capacidad de cooperación que no serán posibles sin herramientas basadas en BIM y en gestión colaborativa.

Se identifica como tendencia un cambio respecto al cliente final, un enfoque al usuario de la infraestructura y un acercamiento de la consultoría de ingeniería a la génesis  de los proyectos.

La sostenibilidad en su concepto amplio es una tendencia necesaria, obligatoria y urgente, y esto implica la necesidad de introducir los datos sociales, ambientales y económicos en las matrices de toma de decisiones y gestión de proyectos. Asimismo, el apoyo gubernamental es claro para conseguir la implementación de la Agenda 2030 y los Objetivos de desarrollos Sostenible (ODS).

A las tendencias anteriores se unen otras, como el potencial de los mercados emergentes, la competencia por las nuevas tecnologías donde la ingeniería puede construir propuestas de valor y generar alianzas, y la necesidad de romper silos dentro de las áreas de negocio tradicionales del sector para alinearse con las nuevas estructuras de los clientes.


¿Qué cifras definen a Tecniberia? ¿Y cuáles son sus retos para esta nueva andadura que inicia?

Somos la patronal de ámbito nacional del sector que, a través de sus 60 empresas, representa de manera directa a 26.700 profesionales y un volumen de negocio de unos 5.000 millones de euros.

Nuestro reto más inmediato es la mejora de la percepción de la imagen de la ingeniería y el reconocimiento de su experiencia, su capacidad y su calidad.

Reclamamos más carga de trabajo a las Administraciones y que se pague con mejores precios. Solicitamos al Ejecutivo que nos ayude con la diplomacia comercial, a través del Icex, para conseguir beneficios fiscales para la exportación y que favorezca la financiación con la creación de instrumentos, más allá del Cesce, que otorguen líneas de avales.