| La EN 50525 es una serie de 18 normas europeas que AENOR, la entidad legalmente responsable del desarrollo de las normas técnicas en España, ha adoptado al catálogo español como UNE-EN 50525 desde mayo de 2012. Ésta prescribe los requisitos y ensayos que deben cumplirlos cables eléctricos de baja tensión, de tensión asignada inferior o igual a 450/750 V. La serie se divide en tres partes:
- Parte 1: Requisitos generales.
- Parte 2: Cables de utilización general.
- Parte 3: Cables con propiedades especiales ante el fuego.
Cada una de estas partes se subdivide teniendo en cuenta su utilización según sean cables flexibles, unipolares con o sin cubierta para instalaciones fijas y cables para aplicaciones especiales.
Además de su actualización técnica, esta serie de normas supone una racionalización de la estructura normativa para los cables de baja tensión armonizados, agrupando los cables de las normas UNE 21027 y UNE 21031 por su utilización prevista en lugar del material de aislamiento.
Lo importante de esta serie es que ha sustituido a las anteriores series de normas UNE 21027 y UNE 21031, que son lasque aparecen como normas de referencia en el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT), de modo que ahora el cumplimiento con las UNE-EN 50525 -que son las que están en vigor- también otorga presunción de conformidad con los requisitos que para los cables de BT exige este Reglamento.
LOS CABLES. UNA APUESTA CONSOLIDADA
En una sociedad cada vez más tecnificada, en la que las conexiones inalámbricas parecen imponerse, el cable continúa siendo un elemento fundamental en las infraestructuras de nuestras redes. Y, aunque, el sector no es ajeno a la difícil situación económica que atravesamos, en 2012 las empresas de cables de energía facturaron en el mercado español alrededor de 460 millones de euros y las de cables de telecomunicaciones y de transmisión de datos cerca de 98 millones (Datos extraídos de la Memoria FACEL 2012).
Sin embargo, y a pesar de las dificultades, la actividad de normalización en este campo y la implicación de todos los agentes interesados no se han visto disminuidas. La Asociación Española de Fabricantes de Cables y Conductores Eléctricos y de Fibra Óptica (FACEL) desempeña la secretaría de los dos comités técnicos de AENOR con actividad normalizadora en este ámbito: el AEN/CTN 211 Cables de energía eléctrica y el AEN/CTN 212 Cables de telecomunicaciones y fibra óptica. El primero elabora normas constructivas y de seguridad de los cables y sus accesorios de conexión para el transporte y distribución de energía eléctrica en baja, media y alta tensión, así como para aplicaciones industriales específicas y construcción; mientras que el segundo hace lo propio con los cables de telecomunicaciones y de transmisión de datos, tanto de conductor metálico como de fibra óptica.
Aunque con carácter general los órganos técnicos de ambos comités (tabla 1) hacen seguimiento de los trabajos desarrollados por sus correspondientes comités homólogos europeos e internacionales constituidos en CENELEC e IEC, no es desdeñable su faceta normativa de carácter nacional. Sirva de ejemplo el gran esfuerzo que todos los agentes implicados vienen realizando desde hace unos años por disponer de unas normas UNE que contribuyan a armonizar el mercado delos accesorios de conexión tanto en baja como en media tensión.
Los cables de energía
Sin duda, la cultura normalizadora en este campo está firmemente consolidada. Tanto los fabricantes como las empresas de transporte y distribución de energía eléctrica apostaron por la normalización desde sus comienzos y consideraron las normas como una parte fundamental en las reglas de juego del mercado. La presencia activa de expertos españoles en la mayor parte de los grupos de trabajo europeos e internacionales pone de manifiesto la importancia que el sector confiere al hecho de contribuir al desarrollo de los documentos desde el origen.
En general, las normas de cables de energía abordan alguno de los siguientes temas:
- Aspectos generales, tales como sistemas de designación, identificación de conductores aislados, límites de temperatura de cortocircuito, etc.
- Métodos de cálculo de la intensidad admisible, de la capacidad de transporte de los cables.
- Elementos constructivos del cable y materiales de aislamiento, cubierta y revestimiento.
- Métodos de ensayo: eléctricos,mecánicos, físicos, de comportamiento al fuego.
- Características de los cables de utilización general de tensión asignada hasta 450/750 V y de 0,6/1 kV.
- Requisitos de los cables de transporte y distribución de energía de tensión asignada 0,6/1 kV, hasta 20,8/36 (42) kV, hasta 150 kV y hasta 400 kV.
- Otros cables aislados, como los resistentes al fuego, los de aeropuertos, para sistemas fotovoltaicos,para la carga del vehículo eléctrico (aún en desarrollo).
Por su parte, las normas de accesorios de conexión para cables de distribución de baja y media tensión (empalmes, terminaciones y conectores) son, básicamente, de dos tipos:normas constructivas, puramente nacionales y normas sobre métodos de ensayo, de carácter europeo.
En la actualidad,son más de 500 las normas del AEN/CTN 211 que permanecen en vigor en el catálogo de AENOR. Su distribución de acuerdo con la estructura del comité se muestra en el gráfico 1.
Cables de fibra óptica y telecomunicaciones
Si bien el número de normas existentes en este campo es incluso más elevado que el de cables de energía, su utilización por parte del sector no está tan extendida como sería deseable. Las especificaciones particulares de los usuarios constituyen los documentos de referencia para el sector, lo que hace necesario una campaña de sensibilizarnos con el objetivo de lograr una plena involución de los usuarios de estos cables en su normalización.
Actualmente, el número de normas en catálogo del AEN/CTN 212 asciende a 685, siendo en su mayor parte de carácter europeo e internacional.
Impacto en la legislación
Por todos es conocido que las normas UNE son de carácter voluntario, aunque puedan llegar a convertirse en obligatorias de facto en el mercado si se dan las condiciones adecuadas de consenso entre el sector. Así, un importante número de normas de cables han sido utilizadas por la Administración española para dar soporte a los principales reglamentos del sector eléctrico y de telecomunicaciones, como son el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión, el Reglamento de Líneas Eléctricas de Alta Tensión y el Reglamento d e Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones, entre otros. Este hecho supone el reconocimiento, tanto de las instituciones como del propio sector, del papel que pueden jugar las normas a la hora de demostrar el cumplimiento con la legislación, al mismo tiempo que facilita la adaptación al estado de la técnica en cada momento. El cuadro "El éxito de los cables de alta seguridad"refleja cómo la combinación de innovación, normalización y prescripción en la legislación nacional ha contribuido a una fuerte penetración en el mercado de este tipo de cables.
El futuro inmediato
Además de las dificultades que ya de por sí atraviesa la industria en el entorno actual, este sector deberá hacer frente en los próximos años a la puesta en práctica del Reglamento de Productos de Construcción en lo que se refiere a las propiedades de reacción al fuego delos cables de energía, control y comunicaciones. En última instancia, la aplicación del mismo permitirá disponer de cables con marcado y obligará al fabricante a establecer una clasificación (Euroclase) de las propiedades de reacción al fuego de los mismos.
Existe todavía gran incertidumbre en torno a la aplicación de este Reglamento y un cierto camino por recorrer en materia de normalización pero, sin duda éste será uno de los retos que obligará a los fabricantes de cables a valorar las oportunidades que el nuevo marco puede ofrecerles.
Fuente: Artículo publicado en la revista de AENOR (nº286, octubre de 2013). Por Carmen Martín, jefe de Electrotecnia de Normalización AENOR.
Novedades del sector
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